En su Poética, Aristóteles
describía a la trama como “la disposición de incidentes”, en que cada
uno sigue al otro. Según el filósofo, la trama es “el alma de la
tragedia”.
Con el fin de explicar la trama
en términos menos poéticos, es necesario saber que la narración parte de
una estructura y, al decir estructura, me refiero a la presencia de
elementos enlazados por una relación coherente entre ellos.
Pues bien, la estructura de un
relato está basada en la simbiosis ‘complicación-resolución’, planteada
en ciertas circunstancias de tiempo y espacio que la contextualizan: los
llamados sucesos. La suma de sucesos genera la unidad llamada episodio,
y la relación de varios episodios da lugar a lo que se conoce como la
trama.
Del latín trama, el término
refiere justamente a la acción de tramar (atravesar los hilos), y en
literatura, al ‘enredo’ de una obra dramática.
Si se piensa en la historia como
una serie de acontecimientos interrelacionados y no como ocurrencias
aisladas, la serie acusa una doble organización temporal: por una parte
se ordenan los eventos serialmente en una cronología; por otra, no
proliferan arbitraria o indefinidamente, sino que están configurados por
un principio de selección orientada que busca una finalidad, una
totalidad significante.
En ese sentido, el orden de los
eventos en una cronología es lo que podemos llamar trama, mientras que
la totalidad significante es lo que recibe el nombre de tema: la idea
que el autor quiere transmitir a lo largo de la trama.
Es necesario definir claramente
las diferencias entre los dos primeros conceptos: tema y trama. El
primero, según Edward Morgan Forster, es la idea central latente en el
relato que el lector descubre por sí mismo sin que el autor se lo anote
explícitamente.
Pueden ser valores universales
positivos como la valentía por recuperar lo usurpado en Juan y los
frijoles mágicos, o el aprecio por la inteligencia más allá de la
belleza física en Riquete el del Copete, o también sentimientos
negativos como la envidia por la belleza ajena en Blancanieves, la
injusticia y los celos en Cenicienta o la mentira y la ambición del lobo
feroz en Caperucita Roja.
Tema y trama son, como vemos,
cosas distintas. Mientras que el primero es el asunto general que trata
una historia (amor, confianza, celos), la trama es la secuencia de
acontecimientos en el orden en que aparecen en el relato.
Ahora bien, la diferencia entre
trama y argumento no es tan simple. La trama (en inglés: ‘plot’, de
origen etimológico desconocido) es la narración que resulta de una
selección subjetiva de los elementos a narrar. Según Todorov es una
secuencia cronológica de los eventos de la misma forma en que aparecen
en el relato. Por otro lado, el argumento (en inglés: ‘story’) es lo que
se narra, la historia en sí, o el conjunto de hechos narrados en orden
cronológico no necesariamente como se presentan en el texto.
Tomemos como ejemplo Caperucita Roja, que iniciaría con:
“Érase una vez una doncellita
muy dulce a quien todos querían mucho y que todos llamaban Caperucita
Roja”. En realidad la trama se basa casi totalmente en el relato
original (en cuanto a las palabras y a la cronología), sin embargo no se
trata de reproducirlo íntegramente sino de elegir los elementos de la
historia más significativos que mostrarán la idea general del relato.
El argumento, por su parte, nos
dice de lo que trata la historia de manera más general: “Una niña que,
enviada por su madre a visitar a su abuela enferma, es engañada por un
lobo que sólo quiere comérsela”. Aquí no importa mucho apegarse de
manera exacta al relato original ni a su cronología, sino mostrar la
historia, el conflicto básico.
Como vemos, ambos ejemplos nos
dicen de qué trata la historia pero mientras la trama brinda la
información del relato de forma cronológica y estructurada con énfasis
en la explicación del por qué ocurren los eventos, el argumento, que
incluye la descripción general del protagonista y su conflicto, es la
historia más allá de lo que se lee en un orden no necesariamente igual
al de la trama.
Trama y argumento, entonces,
actuan como ‘resúmenes’ en tanto narran la historia original con un
menor número de palabras. No obstante, para identificar tanto a la trama
como el argumento de una historia es necesario hacer un proceso de
síntesis, no sólo porque finalmente “todo texto se deja descomponer en
unidades mínimas” sino porque sirve para resumir una historia
conservando los elementos mínimos de la misma.
Autora:ALEIDA CAROLINA RUEDA RODRÍGUEZ-UNAM
Resumiendo conceptos:
TEMA: es el común denominador, una constante que aparece repetidamente en una narración: los celos, la muerte, la ambición, la venganza...
ARGUMENTO: conjunto de acciones que realizan los personajes. Cuenta de manera cronológica, acontecimientos que se van sucediendo en el transcurso de la narración.
TRAMA: la trama cuenta cómo se articulan los hechos descritos en el argumento (el orden en que aparecen en el texto y que no necesariamente coincide con el orden cronolgico). La trama impone la estructura (muchos capítulos cortos, pocos pero largos, retrospecciones o flashbacks, etc)
Al igual que en un guión de cine, el primer paso es la redacción de una especie de story line - el tema se resume en apenas una o dos frases - en donde se refleja la idea general del relato.
A partir de la idea se armará el argumento: situar la historia en un tiempo y un espacio determinados, caracterizar a los personajes y enenumerar las sucesivas escenas que se sucederá la narración. es lo que en un guión o novela ocuaparía unos cuatro folios, aproximadamente. El argumento nos ha de servir de guía crear la trama. En ella tendremos que organizar la historia que aparece de manera lineal en el argumento de la manera que más nos pueda convencer, indicándonos el tono, la manera, el punto de vista del narrador y la sucesión de hechos, sea ordenada o no (podemos comenzar por el final e ir hacia atrás, o en la mitad de la historia, o encadenar hechos pasados, presentes y futuros, etc)
Enrique Páez: Escribir. Manual de ténicas narrativas. (extractos)
Foto:Deviantart